Hoy vuelo en el cielo de mi mundo,
equinoccio infinito de mi cuerpo en piel,
acaricias a palmo el mapa perdido,
de tus manos mecidas fecundando placer.
Libaré en la simiente eterna de tu carne,
ataviando el secreto del desierto fiel,
vagaré en los accidentes ocultos de tu enigma,
y en tu mar bravío serás mi timonel...
Beberé de la fuente que segregan los silencios,
de velas resplandecientes en sombras de papel,
morderé la locura oculta y omnipotente,
del recodo perdido... que muy suave rozaré...
…y en los retales de los lienzos quedan plasmados,
cuerpo a cuerpo pintados en él,
música de sombras tras la aurora,
movimientos sensuales que provocas por doquier.
Te amaré sin pensarlo, sin siquiera decirlo,
miraré tus ojos penetrando el alma que guarde,
lava incandescente tu boca en mis labios,
dejando huellas que jamás borraré...
Vagaré perdida en el mapa tan deseado,
odiado muchas veces, amado también,
cita secreta bajo telúrico encuentro,
guardada en silencio… sin hoy, ni mañana, ni ayer…
«Intima»
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