En la oscuridad de la habitación
en el silencio de cuatros paredes,
nuestros cuerpos se entregan
con fuego y pasión.
Solo nos une el deseo y placer,
consciente estamos
que nuestra unión no es amor,
tus labios humedecen mi piel.
Sumerge tu lengua
en el oasis,
ahógate en el éxtasis
sin emerger.
La lujuria es universo
en los cinco sentidos del cuerpo
vivimos el momento
sin pensar en el mañana.
Somos fieras alfa,
devorándonos intensamente,
una y otras vez con más fuerza,
sin perder el tiempo domino tu territorio.
¿Porque? negar mi naturaleza
mujer volcán soy.
Ya no más noches frías,
fin de masturbaciones
que no tranquilizaban el deseo.
«Intima»