En tu piel quiero dejar mi vida en forma de caricias,
En tu piel descansará a lo largo de tu extenso deseo,
Deseo que me provocas con mirarte desnuda desde donde veo,
Hasta donde no alcanzo a mirar,
En tu piel quiero vivir mis noches frías.
En tu piel, deshilando las ganas una a una,
Con las estrellas colgando del techo que nos cobija,
Y nuestras manos amarrando el amor cual sortija...
Y como testigo la luz de nuestra gran amiga, la luna.
En tu piel vivo y quiero morir,
Dejar mi alma tirada en besos a través del camino,
Que desliza mi lengua de norte a sur, y plasmar en pergamino,
Un romance que ha nacido en la inexistencia del asir.
Un idílico amor que no entiende de amarras, de cadenas,
Que no conoce el dolor y sin embargo duele
Porque solo siente la necesidad de amar,
En tu piel quiero dibujarte lo que inicia y no puedo acabar,
Un amor destinado a la eternidad amándose
Como el mar y las arenas.
«Intima»