Son tus detalles mis anocheceres
un desvelo estrujante de gozo
el suspiro de saberte
explosivo, sudoroso, agitado
que habitan en mi piel canela, cálida y tierna.
Son tus dedos hambrientos, complacientes
un huracán entre mis valles y colinas
de una conversación acariciante
donde las palabras duermen,
donde el alma se estremece ardiente
mientras nuestros cuerpos hablan.
Nuestras carnes se evaporizan
en un abismo sin fondo,
con el brillo de la luna
quedaremos sepultados
conjugando nuestros deseos.
Presos tendidos entre la obscuridad del paisaje
ciegos de amor surgen gemidos y gritos
como ecos de humo….eres tú…tu voz
como serpiente silbando, derramas tu veneno.
Ardiente enfureces mi sangre
atrapandome con tus garras como una fiera,
iluminados, eternos y enmudeciendo
fugaces entre las rutas de la lujuria.
Será noche de enjambres
de palabras y caricias…..
«Intima»